Al final se ha conseguido. Tenemos patinete volador. Más o menos. Arx Pax tiene lista la segunda generación del Hendo Hoverboard, el monopatín volador que utiliza fuerzas magnéticas para flotar sobre un colchón de aire a 2’5 cm. del suelo. Hay que utilizarlo encima de una superficie determinada y cuesta unos 10.000 dólares, pero algo es algo. Lleva una conexión USB y un botón de seguridad. No es como el de Regreso al Futuro II, pero algo es algo.
No es el único modelo. Lexus ha sacado también su propia versión del aerodeslizador por levitación magnética. Aunque no es ni mucho menos como el de Marty McFly. Necesita una superficie muy concreta para funcionar, en realidad unos raíles metálicos imantados. El aerodeslizador es levantado por un superconductor que necesita enfriarse a -180º C con una carga de nitrógeno líquido que hay que recargar a los 20 minutos.
No tenemos coches voladores. Lo más parecido, y a ras de suelo, es el coche sin conductor de Google. No vuela, pero parece mucho más seguro.
Google ha hecho posible otro de los inventos de Regreso al Futuro II: las gafas inteligentes, aunque las Google Glass son más bonitas, y discretas, que las que aparecen en la película.
Tenemos las “sneakers” autoajustables. Nike ya había sacado una réplica en 2011, una edición limitada que subastó en eBay a favor de la Fundación Michael J. Fox contra el Parkinson. Se hicieron 1.500 pares y se recaudaron 4’7 millones de dólares. Pero no tenían robocordones.
Ahora Nike ha aprovechado que hemos alcanzado la fecha en que Marty McFly llega al futuro para anunciar el lanzamiento de las Nike Mag para la primavera de 2016. Se volverán a subastar y será una réplica tan completa que, esta vez sí, llevan cordones autoajustables. Nike ha enviado un par a Michael J. Fox y para disfrute de los fans el actor ha celebrado el 21 de octubre de 2015 difundiendo en Twitter un foto suya con las zapatillas puestas.
Pepsi también ha aprovechado la ocasión y ha lanzado una edición limitada de la Pepsi Perfect que aparece en la película. Son 6.500 unidades y cada botella cuesta, en venta “online”, 20 dólares.
Tenemos cine 3D, aunque aún no hemos llegado al nivel de realismo de la película y necesitamos gafas especiales para verlo. También tenemos pantallas planas. Y tenemos videollamadas, por cierto, mucho mejores que las de la película porque somos capaces de hacerlas desde un teléfono.
¿Alguien se acuerda en 2015 del fax? La película da por hecho que en esta época el fax sigue siendo de uso habitual, hasta tal punto que es el medio que se utiliza para despedir al Marty McFly del futuro. Hoy nos resultaría más creíble un despido por WhatsApp.
Robert Zemeckis imaginó muchos dispositivos pero fue incapaz de prever el uso generalizado de “smartphones“ y “tablets” en el 2015. Nadie en la película lleva encima dispositivos semejantes y eso que Internet y los teléfonos móviles ya existían cuando se rodó “Regreso al Futuro”. Fue visionario para muchas cosas pero se le escapó la revolución más importante que hemos vivido.