La extraña lluvia roja

En el otoño de 2014 los vecinos de los pueblos de Ayoó de Vidriales y Fuente Encalada en Zamora asistieron atónitos a un fenómeno que les llenó de preocupación: una lluvia que volvió de color rojo el agua de los abrevaderos del pueblo.

Nunca se había visto nada igual y empezaron a correr rumores sobre envenenamientos y contaminación de las aguas del pueblo y hasta de conspiraciones químicas. Uno de los vecinos se decidió a actuar y avisó a investigadores de la Universidad de Salamanca para que estudiaran el fenómeno.

Un equipo encabezado por el geólogo Javier Fernández-Lozano analizó muestras de agua y descubrió al responsable del cambio de color: una microalga de la especie Haematococcus Pluvialis que había “caído” al agua. Pero esta microalga normalmente es transparente ¿Por qué se volvió roja y tiñó de este color el agua?

Porque se estaba defendiendo del sol.

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Javier Fernández-Lozano y su equipo descubrieron hechos muy sorprendentes y curiosos sobre el fenómeno de la “lluvia roja” y también que esta microalga había viajado mucho. Eso sí, la investigación dejó totalmente claro que el origen del cambio en la coloración del agua era totalmente natural y que seguía siendo apta para riego y para el consumo humano.

Hoy en día la lluvia roja sigue cayendo en Ayoó de Vidriales y Fuente Encalada en Zamora. Pero los vecinos ya no temen conspiraciones ni envenenamientos. Saben que la lluvia roja, aunque muy llamativa, es perfectamente natural. De hecho esta lluvia roja ha caído alguna que otra vez en algunas zonas de la Rioja, León … e incluso de Madrid.


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Mario Sanz
El último farero

Cuando los marinos que navegan por la Costa de Málaga ven brillar 4 destellos luminosos cada 20 segundos en la oscura noche del mar ya saben que están cerca de Carboneras. Es la señal luminosa del Faro de Mesa Roldán, uno de los últimos faros que aún tiene farero.

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En España existen 187 faros. Hace ya tiempo que se automatizaron y para que funcionen no es necesaria la presencia del farero, una profesión que el Ministerio ha declarado en vías de extinción. Cuando se jubilen los 30 fareros que aún quedan en activo, la profesión desaparecerá para siempre.

Cada farero tiene a su cargo varios faros en los que desarrollan, sobre todo, labores de mantenimiento. Unos cincuenta faros ya están siendo utilizados para otros usos autorizados por el Ministerio, como centros de interpretación de la naturaleza o salas de exposiciones. El Ministerio de Fomento ha puesto en marcha el proyecto “Faros de España” (PDF) para impulsar el uso hotelero de los faros, lo que ya es habitual en otras partes del mundo.

Uno de los últimos fareros es Mario Sanz Cruz. Lleva un cuarto de siglo trabajando en el Faro de Mesa Roldán, Carboneras, el faro de los 4 destellos cada 20 segundos. Un día, casi en otra vida, cambió su bar de copas en Carabanchel, “Autógrafo”, por el horizonte limpio e infinito del mar.

Mario es feliz y se considera un privilegiado por su trabajo. Desde lo alto de su torre cada día contempla kilómetros de mar y tierra en el entorno privilegiado del Parque Nacional del Cabo de Gata-Níjar. El faro de Mesa Roldán es el faro habitado más alto de todo el Mediterráneo y de toda la península.

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Aprovecha su tiempo libre para escribir. Ha publicado numerosos libros de narrativa, poesía y de historia y cuenta con varios premios de relato y poesía. Sus escritos suelen hablar de los faros, con títulos como “Faro de Mesa Roldán – Apuntes para una historia” “Faros de Almería – Mucho más que señales marítimas” o “Faros de la Costa de Granada”. Este año ha publicado la recopilación de relatos, “Faros sobre un mar de tinta”.

Mario ha convertido el faro de Mesa Roldán en un centro artístico y creativo donde organiza actividades culturales como presentaciones de libros o lectura de poemas, y en un Museo donde atesora equipos antiguos, diarios de servicio, maquetas, cuadros, fotografías, y todo tipo de objetos relacionados con los faros con el fin de mantener viva la figura del farero y que los faros y todo su significado, lo que han sido y lo que son, no se pierdan en el tiempo.


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La magia de El Camino

En la Oficina de Acogida al Peregrino se estampa en las “credenciales de peregrino” el sello más valioso de todos, el último, el de la Catedral de Santiago. Y se entrega a todos aquellos que han completado el Camino de Santiago, la “Compostela”, el documento que acredita la peregrinación a la Tumba del Apóstol.

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La Oficina recibió en el año 2015 a 262.516 peregrinos, de los cuales algo más de la mitad (el 52’93%) eran hombres y un 47’07% mujeres. Casi todos llegaron andando (90’19%), pero hubo algunos que lo hicieron en bicicleta (9’66%), 326 personas (0’12%) llegaron montados a caballo y 71 lo hicieron en silla de ruedas (0’03%).

De todos los peregrinos que llegaron a Compostela el año pasado, un 46’64 % eran españoles. Entre los extranjeros, el grupo más numeroso fue el de los italianos (22.151 peregrinos).

Además de los italianos, cada año llegan a España personas de todos los continentes para recorrer el Camino de Santiago… Algunos vienen de rincones tan remotos como Sudáfrica (808 en el año 2015), Singapur (116) Corea (4.073) o Australia (3.586). El año pasado llegó, incluso, una persona de Papúa-Nueva Guinea, 4 de Bermudas, 2 de Ruanda, 1 de Lesoto, y hasta una persona desde Afganistán… Y podríamos continuar con prácticamente todos los países del globo.

Dentro de nuestro país los que más se atreven con el Camino son los madrileños (23.826 emprendieron rumbo a Santiago en el 2015), seguidos por los andaluces (22.877) y los catalanes (14.107). Los que menos se animan a peregrinar son los de Melilla (137).

Por edades, los que más se atreven a emprender el Camino son los que tienen entre 30 y 60 años (144.060), seguidos por los de menos de 30 (73.714).

Y todo esto por lo que respecta al 2015. En lo que llevamos de 2016 ya se han batido récords. En los cinco primeros meses del año en curso han llegado a Santiago de Compostela más de 62.000 peregrinos. Solamente en el mes de junio pasaron por la Oficina para recoger la Compostela, 39.079 personas. En el mismo mes del 2015 la Oficina selló 35.925 credenciales, es decir, 3.154 peregrinos menos.

Todas estas cifras son datos oficiales de la Oficina de Acogida al Peregrino.

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¿Qué tiene de especial el Camino de Santiago para que cada año aumente el número de peregrinos? ¿Dónde está la magia que atrae cada año a miles de personas? ¿Por qué tanta gente sigue el Camino de las Estrellas?

Para saberlo, nada mejor que escuchar el testimonio de un peregrino, una persona que lleva una década acudiendo todos los años a la llamada del Camino. Josepe García, Director del Instituto Impact, emprendedor, escritor, conferenciante. Y peregrino. Ha recogido sus vivencias en la novela “¡Buen Camino! El saludo que lo cambió todo”. Y cuenta que el Camino transformó su vida desde el primer momento.


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