Sólo se fabricaron unas 8.500 unidades y la fábrica estuvo abierta menos de dos años. A pesar de ello es uno de los coches más míticos de la historia. Y el único que ha viajado en el tiempo.
‘Regreso al futuro’ convirtió al DeLorean en un coche de culto. La primera idea del director Robert Zemeckis y su equipo fue utilizar una nevera como máquina del tiempo pero decidieron que, ya que el frigorífico tendría que ser transportado en la película de un lugar a otro, era mejor que la máquina del tiempo fuera el propio coche. Mucho más práctico.
Una vez tomada la decisión, sólo había que elegir un coche. Entre los modelos que se barajaron estaba un tractor oruga que tenía la ventaja de poder viajar por cualquier terreno. Pero el premio se lo llevó un coche con un diseño moderno y futurista que permitía jugar con la posibilidad de ser tomado por un ovni en el pasado: el DeLorean. Para cuando se estrenó la película en 1985 el vehículo ya había dejado de fabricarse.
El nombre completo del coche es DMC DeLorean y es el único modelo que fabricó la compañía fundada por el ingeniero John Delorean (Michigan, 1975) que se había marchado de General Motors para construir su propio coche.
John DeLorean puso todo su empeño en realizar su sueño. El dinero para hacerlo realidad llegó de un préstamo del Bank of America y de la inversión de particulares como el artista Sammy Davis Jr. e incluso del programa ‘Tonight Show’ de Johnny Carson.
En 1976 el ingeniero William T. Collins tenía listo el diseño del primer prototipo del DeLorean. La fábrica par hacerlo realidad se construyó en Dunmurry (Irlanda del Norte). A principios de 1980 estaba lista para empezar a trabajar pero problemas con la inexperiencia de los trabajadores y de sobrecostes hicieron que el primer coche no se ensamblara hasta 1981 (el 21 de enero).
Las ventas fueron bien al principio, pero pronto cayeron debido a problemas con algunos concesionarios y a la desconfianza del Reino Unido que, temiendo que DeLorean se convirtiera en un fuerte competidor para la industria británica, lo gravó con un impuesto exclusivo muy elevado.
Además, en Gran Bretaña no fue un coche muy popular ya que, con la mira puesta en el mercado norteamericano, el puesto de conducción se situó a la izquierda y sólo se adaptaron unas pocas unidades para ser conducidos desde el lado derecho, al modo británico. Entre unas cosas y otras, construir cada DeLorean salía muy caro.
La historia del DeLorean termina en 1982 con la quiebra de la empresa y una rocambolesca historia protagonizada por John DeLorean que fue pillado intentando obtener dinero del tráfico de drogas. El FBI le detiene y es llevado a juicio. Se le acusa de vender cocaína por valor de 25 millones de dólares para intentar sacar dinero y evitar la quiebra de la empresa.
DeLorean quedó libre de cargos al descubrirse que un informante del FBI, James Hoffman le había incitado a cometer el delito. Todo había sido una trampa policial pero la fabricación del coche estaba ya herida de muerte y en 1982 se cierra la producción. Las piezas sobrantes son vendidas en Estados Unidos como recambios.
En total, se fabricaron unos 8.500 coches. La carrocería es obra del diseñador italiano de automóviles Giorgetto Giugiaro y estaba hecha de acero inoxidable, al descubierto, sin pintar, lo que permitía que cualquier arañazo pudiera repararse fácilmente, simplemente raspando con un estropajo no metálico. Toda una ventaja que cualquier propietario de coche sabrá apreciar.
Lo más llamativo del DeLorean son sus puertas en forma de alas de gaviota. Las había inventado Mercedes-Benz para su superdeportivo 300 SL conocido como ‘Widowmaker’ (‘fabricante de viudas’). La tapicería era de cuero negro o gris y el volante (regulable) de cuero y venía equipado de serie con elevalunas, retrovisores eléctricos y un equipo de música estéreo.
El coche tenía una potencia original de 170 HP, que se redujeron a 130 HP para adaptarlo a la normativa sobre gases contaminantes. Era capaz de acelerar de 0 a 100 Km/h en 8,8 segundos. Los motores eran de Volvo, Peugeot y Renault. El precio inicial fue de 25.000 dólares, pero el coche despertó tal interés que hubo lista de espera para comprarlo con un precio de hasta 10.000 dólares más.
Además de esos 8.500 se fabricaron 3 DeLorean dorados muy especiales: tenían la carrocería chapada en oro de 24 kilates. Dos de ellos tenían caja de cambios automática y el otro manual. Uno de los automáticos tenía el interior negro y los otros dos de color bronce. Se vendieron por 85.000 dólares.
Uno de los DeLorean dorados fue donado por su dueño al Museo Nacional del Automóvil de Nevada (el único con caja manual).
En el rodaje de Back to the Future se utilizaron 6 DeLorean, pero solamente tres de ellos existen en la actualidad. Uno de los coches fue destruido con explosivos en Back To the future III para la escena en que el tren destruye la máquina del tiempo. El tercer vehículo salió a subasta en 2011 y fue adquirido por 541.200 dólares. Universal Studios conserva dos unidades.
John DeLorean falleció en Nueva Jersey en marzo de 2005, a los 80 años de edad, a causa de un accidente cerebrovascular. Su coche se había convertido en leyenda.
En 1995 el empresario Stephen Wynne fundó una empresa dedicada a reparar coches DeLorean. En 2015 anunció que iba a construir nuevos modelos pero la dificultad de reproducir las piezas y algunos problemas legales llevaron a la cancelación del proyecto. En el año 2007 se calculó que aún quedaban en todo el mundo 6.500 unidades.
El último ejemplar salió de la fábrica el 24 de diciembre de 1982, pero no fue el final de la historia del que, probablemente, es el coche más conocido de todos los tiempos (y quizá también en todos los tiempos). Después de todo el DeLorean es el único automóvil de la historia que ha sido equipado con un condensador de fluzo.