¿Eres #gorrioner?

Ni los Beliebers, ni los Directioners, ni los KatyCat, ni los Smilers, ni los Selenators, ni siquiera los Abrahamers, … Los mejores fans del mundo son los #gorrioners.

Juan Carlos Atienza, es Doctor en Biología por la Universidad Complutense de Madrid y Director de Conservación de SEO/BirdLife, donde dirige un equipo de profesionales que trabaja para mejorar las políticas de conservación de la biodiversidad en toda Europa. Ha dirigido proyectos innovadores de conservación que han merecido premios como el proyecto LIFE VENENO, y el Día Europeo de la Red Natura 2000 Y ha participado en TEDxGranVia 2016.

Gorriones

En su TEDxTalk de TEDxGranVía 2016 nos enseña qué es ser #gorrioner. Una charla que merece la pena ver para aprender más sobre los gorriones, estos simpáticos pájaros que llevan con nosotros, dice Juan Carlos Atienza, probablemente desde que el primer hombre construyó la primera casa. Una charla que nos va a descubrir, para empezar, que los gorriones están desapareciendo rápidamente de nuestras ciudades, tanto que en algunos lugares de Europa, como Londres, ya no hay gorriones.

Los gorriones no son los pájaros que mejor cantan ni tampoco los que tienen el plumaje más colorido y llamativo, ni tienen la fuerza o poderío de las aves grandes como las águilas. Sin embargo, los gorriones nos despiertan algo especial. Otros pájaros tendrán seguidores o no, gustarán o no, pero los gorriones caen bien a todo el mundo.

Se alimentan de granos y en determinadas épocas del año comen insectos, algo que a nosotros nos viene muy bien. Viven en parejas dentro de bandadas. Son curiosos, sociables, divertidos. Son los pájaros que se acercan a nosotros, los que nos piden miguitas de pan. No en vano, nos recuerda Juan Carlos Atienza, el pirata más divertido y gamberro de la historia, Jack Sparrow, lleva su nombre. Hay gorriones en todos los lugares del mundo, salvo en la Antártida. Por lo menos así ha sido hasta ahora.

“Los gorriones son los que nos despiertan por la mañana y están todo el año con nosotros. En invierno cuando prácticamente no se oyen pájaros, seguimos teniendo gorriones”, dice Juan Carlos Atienza.

Gorrión

Han estado siempre con nosotros, estaban ahí cuando nacimos y nos han acompañado toda nuestra vida pero también toda la vida de nuestra especie. Siempre han vivido al lado del hombre, en pueblos y ciudades.

“Al final los seres humanos somos animales y necesitamos una conexión con la naturaleza y el gorrión es la especie que tenemos más cerca de nosotros” dice Juan Carlos Atienza.

Juan Carlos Atienza trabaja en el proyecto Focus Natura una iniciativa para desarrollar herramientas para mejorar la concentración a partir de los sonidos de la naturaleza. Afirma que “se ha demostrado que simplemente escuchar el canto de un pájaro nos ofrece esa conexión con la naturaleza”.

“El ochenta por ciento de los individuos vivimos cerca de un espacio protegido, un espacio de la Red Natura 200 cerca y no vamos … ¡Menos mal que tenemos la suerte de tener a los gorriones!”.

El gorrión ha sido elegido Ave del Año 2016 por votación en internet en la campaña anual que cada año lleva a cabo SEO/BirdLife con el objetivo de dar a conocer mejor una especie y denunciar su situación y los problemas de conservación a que se enfrenta.

¿Cuáles son estos problemas?

Desde los años 80 Europa ha perdido más de un 60 por ciento de los gorriones, lo que supone que cientos de millones de gorriones que vivían en nuestras ciudades, ya no están. Queda menos de la mitad.

SEO/BirdLife conoce la evolución de las poblaciones de aves mediante el Proyecto SACRE de Seguimiento de Aves Reproductoras, al que miles de voluntarios contribuyen con sus observaciones de la avifauna. Se inició en España en 1998.

Tenemos datos, por ejemplo, cuenta Juan Carlos Atienza, que nos indican que en la Comunidad Valencia ha desaparecido más del 20 por ciento de los gorriones en 20 años. En toda España, entre 1998 y 2015, la población se ha reducido un 5’4 por ciento, lo que implica una pérdida de 8 millones de ejemplares.

¿Por qué están desapareciendo los gorriones? Hay varias causas que se pueden resumir en una: la intervención del hombre. Nosotros hemos cambiado y nuestras ciudades han cambiado.

La contaminación está causando estragos. No sólo la atmosférica, también la acústica. Las aves necesitan cantar para encontrar pareja y para relacionarse entre sí y “se ha demostrado que por encima de determinados decibelios ya no les interesa cantar porque son incapaces de sobreponerse a ese ruido. Las aves de las ciudades cantan más alto que en el campo porque hay más ruido, aunque llega un momento que ya no pueden tapar el ruido y se callan”. Si no cantan no pueden encontrar pareja ni relacionarse con los demás.

En nuestras ciudades faltan, además, zonas de reproducción. Cuando se reforma un edificio no se tiene en cuenta, por ejemplo, dejar las oquedades que tenían las fachadas antiguas y que los pájaros urbanos siempre han aprovechado para anidar.

Otro problema que señala Juan Carlos Atienza es la contaminación electromagnética: “Se ha observado que cerca de repetidores de móviles hay menos gorriones”.

Las zonas verdes, que los gorriones necesitan, también están desapareciendo. Nos empeñamos en colocar extensiones de césped en lugar de árboles, arbustos, charcas, flores, … que atraigan insectos. Los gorriones necesitan todo eso.

Gorrión

El lema de la campaña del gorrión como Ave del Año, es “Bueno para el gorrión, bueno para ti”. La pregunta que nos plantea Juan Carlos Atienza es: “Si las ciudades no son buenas para los gorriones, ¿son buenas para nosotros, para nuestros hijos, para nuestros nietos?”.

Es algo sobre lo que cada uno de nosotros debe reflexionar. Los gorriones necesitan unas ciudades con menos contaminación, con menos ruido, con más zonas verdes, … ¿no es lo mismo que necesitamos nosotros?

El futuro de los gorriones, señala Juan Carlos Atienza, es nuestro futuro. Y necesitamos cambiar nuestras ciudades, y hacerlo ya, para conservar los gorriones y toda la biodiversidad urbana. Y por nuestro propio bien.

SEO/BirdLife está trabajando para que las ciudades tengan ordenanzas sobre biodiversidad, para que se preste la atención debida a nuestro patrimonio natural, para que se pongan en marcha jardines que tengan en cuenta las necesidades de los animales que viven con nosotros en las ciudades, para que los arquitectos planifiquen los edificios teniendo en cuenta que las fachadas siempre han servido para proporcionar anidamiento a los pájaros. Para que nos demos cuenta, en definitiva, que nosotros necesitamos que en nuestras ciudades esté presente la naturaleza. Por nuestra salud.

No es tan difícil, puede hacerse.

Y todos podemos hacer algo, además de exigir a nuestros gobernantes que trabajen para crear ciudades más “sanas”. A nivel particular podemos instalar comederos, nidales y, sobre todo, podemos respetar a las aves, no causarles molestias innecesarias y poner elementos en nuestras ventanas para evitar que choquen con ellas, una de sus principales causas de mortalidad.

De nosotros depende. La supervivencia del gorrión es tarea de todos. Está en nuestras manos que estas pequeñas y simpáticas aves continúen haciéndonos sonreír cada vez que en un terraza, en una cafetería, o incluso, dentro de un supermercado, se nos acercan sin ningún temor piando para que les demos una miguita de pan. Es obligación nuestra ayudarles aunque sólo sea porque al hacerlo también nos ayudamos a nosotros mismos. Los gorriones se lo merecen.

¿Te apuntas a ser #gorrioner?

Qué es LIGO
Cómo detectar ondas gravitacionales

“Hemos detectado ondas gravitacionales. Lo hemos conseguido”, han sido las palabras con las que David Reitze, director ejecutivo de LIGO, ha confirmado en rueda de prensa (seguida mediante streaming por más de 90.000 personas) que se han detectado ondas gravitacionales por primera vez.

El descubrimiento es todo un hito en la historia de la Ciencia y supondrá seguramente el Premio Nobel para los investigadores. Para ellos y para el resto de la Humanidad representa un gran paso hacia el futuro y hacia la comprensión del Universo.

Además de su presentación en rueda de prensa, los resultados se han publicado hoy en la revista Physical Review Letters.

LIGO son las iniciales de Laser Interferometer Gravitational-Wave Observatory (Observatorio de Interferometría Láser de ondas gravitacionales). Nació en 1984 de la mano del científico Kip S.Thorne con el objetivo de confirmar la existencia de las ondas gravitaciones predichas por Einstein en 1916.

LIGO cuenta con dos detectores, el Observatorio Livingston (en Lousiana) y El Observatorio Hanford (en Washington), que están financiados por la NSF (National Science Foundation). Las ondas gravitacionales fueron detectadas, con una diferencia de 7 milisegundos, por estos dos detectores, el día 14 de septiembre de 2015 a las 09:51 UTC.

Vista aérea del Observatorio de Hanford de LIGO

Para realizar este descubrimiento ha sido imprescindible la colaboración de una red de científicos de todo el planeta, ya que para verificar las señales procedentes del espacio se necesitan observatorios independientes situados en diferentes lugares de la Tierra.

En LIGO colaboran más de mil científicos de todo el mundo que forman la LSC ( “LIGO Scientific Collaboration”). El descubrimiento ha sido el resultado de la colaboración y el trabajo conjunto de LIGO y el detector VIRGO (Pisa, Italia) con los datos de los dos observatorios americanos.

Las ondas gravitacionales son ondulaciones del espacio-tiempo, unas perturbaciones o deformaciones que alteran el espacio-tiempo y son producidas por cuerpos masivos en aceleración. Las ondas ahora detectadas provienen del choque entre dos agujeros negros, uno de ellos con una masa que supone 36 veces la del Sol y otro 29 veces. Este choque ocurrió hace 1,3 mil millones de años en una fracción de segundo y, en ese tiempo, una masa de tres veces la de nuestro Sol se transformó en ondas gravitacionales.

Kip S. Thorne ha declarado hoy que “con este descubrimiento nosotros, los humanos, estamos embarcándonos en una maravillosa misión nueva: la misión de explorar la parte ‘deformada’ del Universo –objetos y fenómenos que están hechos de ‘espacio-tiempo deformado’. Los agujeros negros en colisión y las ondas gravitacionales son los primeros y hermosos ejemplos”

Para Gabriela González, portavoz de LSC y profesora de física y astronomía en la Universidad de Lousiana, también presente en la rueda de prensa de hoy, “el descubrimiento supone el principio de una nueva era: el campo de la astronomía de ondas gravitacionales es ahora una realidad”

Hay una TEDxTalk que nos puede ayudar a entender mejor qué son las ondas gravitacionales y cómo funciona el experimento LIGO. Fue impartida por Martin Hendry (profesor de Astrofísica Gravitacional y Cosmología en la Facultad de Física y Astronomía de la Universidad de Glasgow) en TEDxGlasgow 2014 con el título “Gravitational wave astronomy — opening a new window on the Univers” (Astronomía de ondas gravitacionales. Abriendo una nueva ventana en el Universo)

Un detalle: en la charla Martin Hendry nos desvela que, casi en broma, los científicos habían fijado para la detección de las primeras ondas gravitacionales la fecha del 1 de enero de 2017. Se han adelantado casi un año.

Cuervos
Los guardianes de la Torre

Cuenta la leyenda que si los cuervos de la Torre de Londres abandonaran la fortaleza, la Torre Blanca, caería y también la Monarquía británica. Es conocido, sobre todo por la Historia, que los británicos nunca se han andado con tonterías ni les han dolido prendas para tomar decisiones drásticas, máxime si la Monarquía anda por medio, así que para evitar el peligro cortan las plumas remeras a los cuervos de la Torre de Londres. Por si acaso.

Raven on Tower Green

Mutilación aparte, los cuervos viven a cuerpo de rey. Desde los tiempos de Carlos II, en el s. XVII, están protegidos por decretos reales que dictan sus cuidados y mantenimiento. Son atendidos con todo el esmero por el Raven Master, “Maestro de los cuervos” y nadie más se les puede acercar. En el siglo XVIII su dieta consistía en lo mejorcito del momento, carne y una jarra de cerveza. Hoy en día su dieta es más equilibrada y consiste en 170 g. de carne cruda al día y galletas de ave empapadas en sangre. Y de vez en cuando una rata.

Cuando se produjo la epidemia de gripe aviar en el año 2006, se construyeron unas pajareras especiales y los pájaros fueron encerrados por primera vez en su historia para evitar un posible contagio.

Raven Master

Los cánones dictan que los cuervos guardianes de la Torre deben ser seis y uno de repuesto. Actualmente hay nueve, que más vale que sobre que no que falte. Sus nombres son: Porsha, Erin, Merlina, Munin, Hugine, Rocky, Gripp, Jubilee y Bran (suponemos que en honor a Bran, el Rey Cuervo, cuya cabeza se supone enterrada en la Torre de Londres).

Con o sin plumas remeras, de vez en cuando se produce alguna “fuga”. El Cuervo Grog desapareció tras ser visto por última vez en un pub del East End y al cuervo George tuvieron que “despedirle” porque se comía las antenas de televisión. Recientemente el cuervo Munin se escapó y fue encontrado cinco días más tarde en Greenwich. Pero no hay problema, la Monarquía está a salvo mientras no se “fuguen”  todos a la vez.

Los cuervos de la Torre de Londres son una excepción en la relación entre humanos y córvidos. El cuervo aparece en leyendas de prácticamente todas las culturas y tiempos, y casi siempre identificado con fuerzas maléficas y de mal augurio. Quizá, por un intento del ser humano de no reconocer que otra especie pueda ser inteligente.

Y lo cierto es que estos animales son una de las especies más inteligentes del planeta.

Son muy hábiles en la resolución de problemas, tienen intuición, son capaces de aprender y enseñar lo aprendido a otros cuervos, pueden reconocer diferentes voces de otras especies, también las humanas y de reconocer individuos sin problemas. Y hasta saben contar.

Son muy juguetones, les gusta divertirse e inventan juegos para ello. En internet se pueden encontrar numerosos ejemplos, no hay más que asomarse por YouTube, donde podemos ver, videos de cuervos practicando actividades tan curiosas como “snowboard” sobre la nieve de los tejados. En la Torre de Londres cuentan que tuvieron un cuervo que se tumbaba sobre su espalda y jugaba a hacerse el muerto.

Son tan inteligentes que saben cómo “aprovecharse” de otras especies para que trabajen para ellos. Cuando encuentran carroña suelen atraer con sus graznidos (llamar) a animales más grandes que ellos, como los lobos, para que “empiecen” la carne, desgarrándola y haciéndoles a ellos más fácil el posterior atracón.

Los cuervos se adaptan rápidamente a cualquier cambio en el entorno, lo que les ha permitido convivir con nosotros en las ciudades e incluso encontrar en ellas grandes oportunidades.

Un estudio realizado por el investigador Nicola Clayton, de la Universidad de Cambridge, probó que los cuervos tienen una capacidad de resolución de problemas y una inteligencia y patrones de comportamiento similar a los niños de hasta 8 años. El experimento consistía en reproducir el problema planteado por la fábula de Esopo, “la jarra y el cuervo”. La fábula cuenta la historia de un cuervo muerto de sed que encuentra una jarra con agua pero con el nivel tan bajo que no puede beber. Para resolver el problema, el cuervo deja caer piedras dentro de la jarra hasta que consigue subir el nivel del agua y beber. En el experimento de Nicola Clayton los animales podían elegir entre objetos de diferente peso, piedras y trozos de espuma de poliestireno. Los cuervos averiguaron sin problemas qué era lo que tenían que echar en el agua y fueron capaces de resolverlo de la misma manera que el protagonista del cuento.

Otro estudio, recientemente publicado en Nature Communications corrobora que los cuervos poseen una Teoría de la Mente básica y son capaces de pensar de forma abstracta y cambiar su comportamiento según lo que perciben.

Joshua Klein, hacker y escritor, ha estudiado durante años a los cuervos y para demostrar su inteligencia ha construido una “Máquina expendedora de cacahuetes para cuervos”. Los cuervos aprendieron a buscar monedas en el suelo, introducirlas en la máquina y esperar a que salieran los cacahuetes.

Joshua Klein participó en TED 2008 con una charla en la que relataba su experiencia y todo lo que había aprendido sobre los cuervos. Y hace una propuesta interesante ¿se puede entrenar a los cuervos para que trabajen para nosotros, por ejemplo, recogiendo basura?

Merece la pena ver la charla para darnos cuenta de hasta qué punto los cuervos son una de las especies más inteligentes y fascinantes de la Tierra, homo sapiens incluido.


Procedencia de las imágenes y vídeos: