Voyager 1 y 2, la última frontera

La Voyager 1 es el objeto fabricado por el hombre que más lejos ha llegado. Se acaban de cumplir 35 años de su lanzamiento el 5 de septiembre de 1977. En estos momentos está a 18 000 millones de kilómetros del Sol y muy cerca de alcanzar la frontera final entre el Sistema Solar y el espacio interestelar. Su gemela, la Voyager 2 fue lanzada unos días antes, el 20 de agosto de 1977 y actualmente está a 14,2 billones de kilómetros del sol.

Gracias a las dos sondas, que viajan por rutas y a velocidades diferentes, conocemos mucho mejor nuestro Sistema Solar y todavía guardan para el futuro grandes descubrimientos. Las señales desde la Tierra tardan unas 13 horas en alcanzar a la Voyager 2 y 16 horas en llegar hasta la Voyager 1, y esto a la velocidad de la luz.

La Voyager 1 ha visitado Júpiter (en 1979) y Saturno (en 1980) y su gemela, además de estos dos planetas, llegó hasta Urano (1986) y Neptuno (1989).

Ambas sondas llevan, al estilo de las Pioneer, pero más sofisticado, un mensaje para un hipotético encuentro con algún ser inteligente. El mensaje está grabado en un disco de gramónofo, de oro, contiene saludos en 55 idiomas diferentes, incluido el esperanto, y sonidos naturales e imágenes de la Tierra, así como música de diferentes culturas, entre las que se encuentran desde la Quinta Sinfonía de Beethoven hasta el Johnny B. Goode de Chuck Berry, pasando por el canto nocturno de los indios navajos, blues melancólicos de Louis Amstrong o «El cóndor pasa«.

El contenido del disco fue seleccionado por un Comité presidido por Carl Sagan.

Procedencia de la imagen (NASA – Dominio público)
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Voyager.jpg

Las Pioneras

La primera sonda que atravesó el cinturón de asteroides fue la Pioneer 10, que inició su viaje rumbo a Júpiter el 2 de marzo de 1972. Su misión terminó oficialmente el 31 de marzo de 1997, pero la Red del Espacio Profundo (DSN) continuó rastreándola. El 27 de abril de 2002 la Tierra recibió por última vez telemetría enviada por la Pioneer 10 y, unos meses después, el 23 de enero del año 2003, llegó, ya muy débil, su última señal.

La Pioneer 10 abrió el camino para las sondas que vendrían después y gracias a ella pudimos ver de cerca, por primera vez, el quinto planeta de nuestro Sistema Solar. El día que más se acercó a Júpiter fue el 3 de diciembre de 1973. Envió a la Tierra imágenes del planeta y sus lunas, además de mediciones de la magnetosfera, atmósfera, campo magnético y radiación, datos que fueron fundamentales en el diseño de las sondas Voyager y Galileo.

Ya no hay contacto con ella pero en estos momentos la Pioneer 10 viaja en dirección a Aldebarán, la estrella más brillante de la constelación de Tauro (a 68 años luz de distancia de la Tierra), donde llegará en unos 2 millones de años.

El Programa Pioneer de la NASA envió 8 sondas a la órbita solar, las Pioneers 6 a la 9 entre 1965 y 1968. En diciembre de 2002, para conmemorar el 35 aniversario de la más antigua de ellas, la Pioneer 6, se contactó con ella una última vez durante dos horas.

La otra hermana famosa, la Pioneer 11, se lanzó el 5 de abril de 1973 y llegó a Júpiter en diciembre de 1974. Obtuvo imágenes de la Gran Mancha Roja, realizó las primeras observaciones de las regiones polares y determinó la masa de Calisto.

En septiembre de 1979 llegó a Saturno y realizó las primeras observaciones. La Pioneer 11 descubrió dos nuevos satélites alrededor del planeta y nuevos anillos y, también, que Titán era demasiado frío para la vida.

La misión terminó oficialmente el 30 de septiembre de 1995 y el contacto se interrumpió un mes después. No hemos vuelto a tener comunicación con la Pioneer 11 ya que su antena dejó de estar orientada hacia la Tierra. En este mismo instante la sonda está viajando hacia la constelación del Águila, por donde pasará en unos 4 millones de años.

El equipaje más famoso de las Pioneer 10 y 11 es la placa que incluye un simbólico mensaje para el hipótetico caso de que una civilización extraterrestre se encontrara con la sonda. La placa fue diseñada por Carl Sagan y Frank Drake y los dibujos son de Linda Salzman Sagan. En la placa están representadas dos figuras humanas, hombre y mujer, junto a un dibujo de la sonda (como tamaño de referencia), una molécula de hidrógeno (como el elemento más común del Universo) y la situación de la Tierra en el Sistema Solar. La mano del hombre está levantada en un gesto de buena voluntad y las medidas de ambas figuras, hombre y mujer, son el resultado de un análisis por ordenador de las características medias del ser humano.

Procedencia de las imágenes (NASA – Dominio público):
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Pioneer_10_Construction.jpg
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Pioneer_plaque_(transparent).svg

Ojos en el Sistema Solar

Ojos en el Sistema Solar («Eyes in the Solar System«) es una herramienta de la NASA que nos permite precisamente eso, ver todo el Sistema Solar y movernos por él sin necesidad de una nave.

Podemos saber dónde está la Estación Espacial Internacional y qué se ve desde allí arriba y, si nos parece que su velocidad de casi 8 km/seg. no es suficiente, podemos, incluso, acelerar su marcha. Todos los planetas y sus satélites están a nuestra disposición para “jugar” y aprender con ellos.

Descubrimos que la NASA tiene un montón de misiones ahí fuera y hasta podemos saber, por ejemplo, qué está haciendo ahora mismo la sonda Nuevos Horizontes («New Horizons«) o la Voyager 1.

Y no solamente qué están haciendo ahora mismo. La herramienta tiene un histórico desde 1950 hasta 2050 que permite conocer la posición de cada misión en el pasado y en el futuro. Podemos ver en directo, por ejemplo, el paso de la Voyager 1 por Saturno en 1980 y contemplar cómo aprovechó la fuerza gravitacional del planeta para coger impulso en su viaje más allá del Sistema Solar.

Jon Nguyen, Ingeniero en el Laboratorio de Propulsión a Chorro («Jet Propulsion Laboratory«) de la NASA, es el principal arquitecto de esta herramienta. En una corta charla en TEDxSanDiego realizó la siguiente presentación de estos “Ojos en el sistema Solar”. Y por cierto, ya que hablamos de la Voyager 1, creo que es el momento de realizar un repaso de las sondas que hay ahí fuera, aprovechando, también, que nuestra sonda más viajera ha cruzado o está cruzando, valientemente, la frontera hacia el lugar a donde ninguna sonda ha llegado jamás.