Razones para odiar (y amar) a Septiembre

Septiembre es el chico más odiado del calendario, el mes al que muchos tienen cierta manía. Y el mes al que delegamos muchas de las tareas que, por causarnos desagrado, no queremos afrontar en los más alegres meses previos.

¿Qué ha hecho Septiembre para merecer este trato? Básicamente, ir después de Agosto, que es el que cada año se lleva toda la diversión.

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A Septiembre muchos le miran mal porque es el mes en el que regresan las obligaciones laborales después de las felices vacaciones. Para hacerlo más difícil, Septiembre suele crear un ambiente que invita poco al trabajo y, más bien, a todo lo contrario, puesto que aún hay mucha luz y buena temperatura. Un poco cruel por su parte, hay que reconocerlo.

Hasta los niños le odian (con lo bien que les caen Julio y Agosto) porque es el mes en que regresan los madrugones, el colegio y los deberes. Las estadísticas bursátiles afirman que Septiembre es el peor mes para las bolsas. El pobre Septiembre es malo también para el empleo y el mercado laboral, por eso de que finalizan los contratos que se hicieron al amparo de la temporada veraniega.

Septiembre no es bueno para el campo porque es el mes de las tormentas y granizadas. Y, puestos a colgarle cosas malas, también le culpamos de ser el mes en que empezó la Segunda Guerra Mundial, en concreto el día 1 de septiembre de 1939 cuando la Alemania nazi invadió Polonia.

Y es el mes en que tuvo lugar el atentado contra las Torres Gemelas.

Ni siquiera el nombre tiene sentido. Es el noveno mes pero se llama «Septiembre» porque ocupaba el séptimo lugar en el primer calendario que tuvieron los romanos. Y estuvo en su correcto lugar hasta que reformas posteriores llevaron a colocar los meses de Enero y Febrero al comienzo del año desplazando a todos los demás.

Ya lo dice el refranero: «septiembre es el mes más malo que el año tiene».

Pero como nadie es malo ni bueno del todo, Septiembre tiene también sus cosas buenas.

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Es el mes de la vendimia, el mes de los frutos del campo. En Septiembre nacieron 10 Premios Nobel de la Paz y es el mes con más deportistas y físicos.

Según Russell Foster, neurocientífico que escribió el libro «Estaciones de la vida«, los nacidos de septiembre a noviembre tienen un 40% más de posibilidades de vivir hasta los 100 años que los que nacieron en marzo.

Y la Segunda Guerra Mundial terminó oficialmente el 2 de septiembre de 1945, cuando Japón firmó su rendición a bordo del acorazado Missouri. Duró por tanto seis años y un día.

Y no olvidemos que en Septiembre regresan nuestras series favoritas de televisión y los fascículos a los quioscos.

Otra ventaja: al final del mes nos espera, el día 29, el Veranillo de San Miguel, que nos da un último respiro antes de la llegada del invierno. Para terminar un dato de Septiembre que no es ni bueno ni malo pero sí curioso: cada año, Septiembre comienza el mismo día de la semana que Diciembre.

ETSIT – Del nodo Goya a la Internet de las Cosas

50 aniversario del traslado de ETSIT de la UPM al Campus de MoncloaEn 1965 la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación de la Universidad Politécnica de Madrid trasladó su sede de la calle Conde de Peñalver al Campus de Moncloa. Por aquel entonces la Escuela llevaba ya medio siglo de rodaje (nació en 1913) pero aquel año, 1965, iba a quedar marcado de manera muy especial en su historia.

Comenzaba una etapa nueva. A la Escuela llegó un grupo de profesores que impusieron un aire diferente en las aulas. Profesores que habían viajado a Estados Unidos, se habían empapado de las tecnologías que allí estaban surgiendo y trajeron una nueva forma de enseñar ingeniería. Se dedicaron en exclusiva a la docencia y a la investigación, lo que en aquellos años 60 era toda una novedad. El resultado fue que la Escuela se convirtió en un agente importante de la transformación tecnológica y la modernización del país.

El primer láser se desarrolló en la Escuela, las primeras células solares bifaciales, el primer sistema de teleducación vía satélite nació en la Escuela. Internet llegó a España a través de la Escuela. La primera conexión con la red de Estados Unidos (EUnet) estaba en el Departamento de Ingeniería Telemática (el famoso nodo “Goya” que realizaba varias llamadas diarias por módem). Desde allí se envió el primer correo electrónico de España.

La Escuela tiene, pues, motivos de peso para celebrar sus últimos 50 años. Y lo ha hecho por todo lo grande durante este curso con conciertos, actividades depotivas, hackatones, conferencias, etc. El gran momento de las celebraciones ha sido sin duda la conferencia de Vinton Cerf. El Vicepresidente y Chief Internet Evangelist de Google visitó la Escuela e impartió la conferencia “El futuro de Internet: retos y oportunidades” el pasado 8 de julio de 2015.

El padre de Internet habló sobre los problemas que aún tiene que resolver la Internet de las cosas, las mayores garantías de seguridad que demanda la internet actual y realizó una llamada a la cooperación internacional para luchar contra el cibercrimen. También volvió a alertar sobre el riesgo de entrar en una posible “Edad Oscura Digital” si perdemos el acceso a la información grabada mediante software y herramientas que enseguida pasan a estar obsoletas.

Y todavía queda celebración por delante. Para noviembre está prevista una jornada de cierre muy especial dedicada sobre todo a los 13.000 ingenieros que han salido de la Escuela en este tiempo y el papel que han jugado en el avance de las telecomunicaciones españolas. Así lo describe el Director de la Escuela, Félix Pérez Martínez:

La Escuela está celebrando el pasado pero también el futuro y mantiene la vista puesta en los retos tecnológicos que nos esperan los próximos años porque, después de todo, el futuro forma parte de la propia esencia y forma de ser de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación.

Llega el Hombre a la Luna y Madrid es la primera en enterarse

475px-Apollo_11_insigniaEn este mismo instante (cuando se publica esta entrada), se cumplen 46 años de la llegada del hombre a la Luna.

A las 3:56 (hora española) del 21 de julio de 1969 Neil Armstrong bajó por la escalera del Águila más famosa de todos los tiempos y dio el paso más memorable que un hombre ha dado jamás. El que le convirtió en el primer ser humano en pisar nuestro querido satélite.

Y los niños españoles (y del mundo entero) aprendieron a recitar de memoria en el cole los nombres de Neil Armstrong, Edwin “Buzz” Aldrin y Michael Collins.

Lo que no tuvieron tan presente es el papel protagonista que España tuvo aquella madrugada. Justo cuando el Águila se posaba en la Luna, la Tierra estaba situada frente a ella de manera tal que las comunicaciones de los astronautas con Houston se tenían que realizar desde la Estación de Seguimiento Espacial de Fresnedillas. La señal de los astronautas llegó a Madrid antes que a ningún otro lugar de la Tierra.

Durante toda la misión la estación madrileña estuvo en contacto con la nave Apolo XI ocho horas diarias y fue durante esas horas cuando el astronauta Armstrong pronunció la famosa frase «Houston, aquí Base de la Tranquilidad, el Águila ha aterrizado».

El trabajo de los profesionales españoles dirigidos por Luis Ruiz de Gopegui fue fundamental para el éxito de la misión. El propio Armstrong diría más tarde “Sin las vitales comunicaciones mantenidas entre el Apolo XI y la estación madrileña de Robledo de Chavela, nuestro aterrizaje en la Luna no habría sido posible”. Así recuerda el momento, más de cuarenta años después, Luis Ruiz de Gopegui.

La Estación fue creada expresamente para el Proyecto Apolo como parte de la Red de Vuelos Espaciales Tripulados (Manned Space Flight Network, MSFN). En la red había tres estaciones principales, la de Fresnedillas y otras dos en Goldstone (California) y Honeysuckle Creek, cerca de Canberra (Australia). También formaban parte de la red estaciones móviles montadas en barcos, e incluso en aviones, que volaban a gran altitud para evitar las zonas de sombra. Todo para dar seguimiento y hacer posible las comunicaciones con las naves espaciales.

La llegada a la Luna no fue el único hito vivido en Fresnedillas. La Estación fue testigo de otros muchos momentos históricos y algunos tan duros como el viaje de la expedición Apolo XIII, conocida también por otra frase no menos famosa pronunciada por Jack Swigert (aunque no exactamente de este modo): «Houston, tenemos un problema«

Hoy en día la moderna estación de seguimiento de satélites de Robledo de Chavela ha sustituido a la antigua de Fresnedillas. Su nombre oficial en inglés es Madrid Deep Space Communications Complex, MDSCC (Complejo de Comunicaciones con el Espacio Profundo de Madrid). La exploración continúa y el centro sigue pendiente del espacio exterior con el seguimiento de las sondas enviadas a diferentes puntos del sistema solar. Ha seguido las sondas y «rovers» enviados a Marte, la sonda New Horizons en su viaje a Plutón y, por supuesto, continúa escuchando lo que las sondas Voyager nos dicen sobre el espacio profundo en su viaje más allá del Sistema Solar.

Y de vez en cuando, en la Estación de Robledo de Chavela se viven momentos que recuerdan la emoción de las misiones Apolo. Así describe Lara Sáiz, física  y divulgadora del Centro de Entrenamiento y Visitantes del MDSCC, cómo se vivió en el centro la llegada de Curiosity a Marte.


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